Durante su programa habitual en Kausachun Coca, Evo Morales adoptó un tono apocalíptico al abrir la posibilidad de que la derecha gane las elecciones de 2025, responsabilizando al presidente Luis Arce y al vicepresidente David Choquehuanca si eso sucede. Morales sugirió que Arce podría ser su oponente en una elección primaria dentro del MAS en 2024, aunque le instó a definir si se presentaría con el instrumento político o con el PS-1.

A pesar de su discurso combativo, se percibe a un ex presidente preocupado por la profunda división en su partido, retrocediendo en algunas posturas. Después de que el Tribunal Supremo Electoral ratificara la nulidad del congreso de Lauca Ñ, Morales fue quien decidió posponer los bloqueos de caminos como medidas de presión.

En un giro sorprendente, Morales, quien anteriormente afirmó que ni el presidente ni el vicepresidente podrían postularse en 2025 debido a los requisitos del reglamento, ahora cambió de parecer. Manifestó que Arce y Choquehuanca tienen derecho a postularse y desafiaron a que definan sus intenciones políticas. Además, insistió en el respeto a la Constitución Política del Estado y propuso enfrentarse en primarias.

En medio de esta situación, advirtió sobre las consecuencias de la división dentro del MAS, sugiriendo que si la derecha gana en 2025, sería responsabilidad de Arce y Choquehuanca. Morales mencionó ejemplos de divisiones en confederaciones y bancadas, así como problemas como corrupción y falta de fondos para pagar el diésel.

En una referencia a un comunicador (Carlos Valerde), Morales destacó que "Lucho" (Arce) es más apto para obedecer que para liderar, afirmando que carece de políticas y que incluso podría desempeñarse como cajero. Sugirió que sus acciones pasadas estaban destinadas a perjudicar su presidencia.