Red Polinizar: alternativa agroturística ante enfermedades espirituales y físicas

Marco Basualdo

La idea es visitar diversas comunidades donde las familias rurales dan a conocer su producción y su tradición alimentaria, además de compartir un día de trabajo y mostrar sus paraísos escondidos.

Recorrido de placer para todos los sentidos. Es así que, de manera mancomunada, la Red Polinizar, un colectivo que aglutina a diversas comunidades ubicadas en las regiones lacustre, valles, altiplano, yungas y trópico del departamento de La Paz, ofrece un glosario de destinos que apuestan por el agroturismo, además de vivir experiencias poco habituales para el hombre urbano, como cosechar, aporcar, ordeñar, caminar y acampar en un contexto de lo más silvestre. Con la mirada retraída hacia aquello que el citadino va perdiendo.

El proyecto

Inspirados por continuar con las tradiciones rurales de los bordes paradisíacos de la ciudad de La Paz, varios colectivos se sumaron en febrero de 2021 a la iniciativa de la comunicadora Katherine Fernández, para dar vida a la Red Polinizar, cuya idea primeriza es la de concederle al citadino agobiado por la urbe, un vigor sano con alta calidad de vida. “La concentración de la especie humana en grandes conglomerados resulta ser un foco de infección y contagios variados de enfermedades físicas, espirituales y mentales, y nuestra labor es brindar una alternativa contra aquello”, explicó Fernández.

Fue así que surgió la idea para proponer el agroturismo comunitario, el cual consiste en visitar diversas comunidades donde las familias rurales dan a conocer su producción y su tradición alimentaria, además de compartir un día de trabajo y mostrar sus paraísos escondidos. “De esta manera, campo y ciudad se aproximan para conocerse y poner sobre la mesa sus intereses y necesidades, así como su entusiasmo y voluntad, para recuperar las relaciones deterioradas y resquebrajadas por la vorágine citadina”.

De este modo, un grupo 24 comunidades rurales ha ido conformando en los últimos años, distintos circuitos interregionales, para fortalecer un proyecto que también busca generar ingresos económicos adicionales y complementar sus sistemas de comercialización de alimentos, flores, plantas medicinales y artesanías, que “actualmente se desenvuelven en un esquema de desigualdades económicas, con mercados que no están dispuestos a pagar un precio que devuelvan los costos reales de producción”, señala la fundadora de la institución.

Destinos entre montañas y valles para reunir a familias del campo y ciudad

Con las visitas, la Red polinizar también promueve un encuentro multifacético, una interrelación horizontal en un escenario diferente al de la feria o los mercados en la ciudad, donde no hay tiempo de conocer la historicidad de los alimentos y donde prima la negociación entre comprador y vendedor, antes que el intercambio equitativo de valores vitales. “Los visitantes tienen la posibilidad de conocer a las familias productoras en su situación cotidiana, ingresar a sus casas y sentir las faenas en carne propia. Así los roles se transforman, las sensibilidades se combinan y cuando vuelven a encontrarse en el mercado urbano, la negociación por los alimentos incluye sentimientos”.

Otro de los beneficios que se destacan del agroturismo es que, en tiempos de crisis sanitaria humana, el campo brinda condiciones particulares, como naturaleza, aire despejado, climas variados, “y hasta picaduras de mosquitos o yedras que resultan una suerte de vacunas, de manera que el cuerpo se somete a distintos contextos biológicos y obtiene mejores posibilidades para desarrollar resiliencia”.

“Ofrecemos paquetes tanto a familias como a delegaciones estudiantiles interesadas en vivir esta experiencia”, dice Fernández, sobre los 24 destinos que se ubican entre los 400 y 5.000 metros sobre el nivel del mar, paquetes que son publicados durante el año en la página de la institución, en la que se advierten las características del lugar a visitar además de brindar las pautas para el inolvidable viaje, como la indumentaria y los utensilios que no pueden faltar. “Visitamos pueblos y comunidades de climas y paisajes subtropicales, como en Los Yungas, valles y pies de montaña como las cercanías al Illimani, comunidades del Lago Titicaca y también nevados como el Huayna Potosí”, explica Fernández.

“Lo que la Red Polinizar busca, aprendiendo entre familias del campo y la ciudad, es ser cómplices en la construcción colectiva de una economía real, limpia, sana, accesible, ambientalista, restauradora y circular, que reconozca que la calidad de vida se puede encontrar en el retorno a la tierra y al bosque por rutas racionales, bien pensadas y consecuentes”, dice la coordinadora de esta aventura con aire bucólico y nutricional.

Cel.: 72525914