Revelando errores: Las anteriores administraciones y el deterioro de la industria del litio
Durante
un lapso de doce años, comprendido entre 2008 y 2020, se canalizaron
aproximadamente 4.871 millones de bolivianos hacia la iniciativa de
industrialización del litio proveniente de los salares bolivianos. Sin embargo,
lamentablemente, solo se logró recuperar una fracción insignificante de esta
inversión, alcanzando apenas 99 millones de bolivianos.
Este
prolongado periodo estuvo marcado por una serie de desafíos que pusieron en
peligro el proceso de industrialización del litio, comprometiendo seriamente el
futuro de esta industria en Bolivia. Se señala específicamente la gestión
insuficiente de entidades clave como la Dirección Nacional de Recursos,
establecida en abril de 2008, seguida por la Gerencia Nacional de Recursos
Evaporíticos (GNRE) en 2010, y finalmente Yacimientos de Litio Bolivianos (YLB)
en 2017. Estas deficiencias en la gestión fueron especialmente críticas para el
proyecto de desarrollo del litio en el salar de Uyuni, situado en el
departamento de Potosí.
El
ministro de Hidrocarburos y Energías, Franklin Molina, enfatizó que esta
inversión masiva contrasta con los resultados magros obtenidos. Durante el
periodo de 2013 a 2020, se ejecutaron 4.871 millones de bolivianos, financiados
en su mayoría con créditos del Banco Central, mientras que los ingresos totales
apenas rozaron los 98,9 millones de bolivianos. Este desequilibrio financiero
plantea un panorama sombrío, ya que incluso con un horizonte temporal de 50
años, la inversión no se recuperaría a este ritmo.
Sin
embargo, hay un rayo de esperanza en el horizonte. Molina destacó que los
esfuerzos del actual gobierno en los últimos tres años muestran una tendencia
positiva. Según datos de YLB, la inversión proyectada para el período 2021-2024
asciende a 1.346 millones de bolivianos, con una previsión de recuperación de
1.437 millones de bolivianos. Además, entre 2021 y 2023, se generaron ingresos
por un total de 904,16 millones de bolivianos.
Esta
mejora en el desempeño también se refleja en la producción. Mientras que entre
2008 y 2020, la producción de cloruro de potasio alcanzó las 65.867 toneladas,
en los últimos tres años (2021-2023) se logró un aumento significativo,
llegando a 195.139 toneladas. En cuanto al carbonato de litio, se produjeron
844,8 toneladas entre 2008 y 2020, mientras que durante el periodo
correspondiente a la gestión actual de YLB (2021-2023), se superó este volumen,
alcanzando las 2.050 toneladas.
Se
atribuye la baja producción y los resultados insatisfactorios entre 2008 y 2020
a diversas anomalías, entre las que se destaca la deficiente construcción de
las piscinas destinadas a la obtención de materia prima para las plantas de
cloruro de potasio y de carbonato de litio. Este diagnóstico pone de relieve la
importancia de una gestión eficiente y una planificación rigurosa para
garantizar el éxito a largo plazo de la industria del litio en Bolivia.