Salvatierra revela que la Iglesia facilitó diversas reuniones antes de la caída de Evo en 2019
A
cinco años de la proclamación de Jeanine Áñez, la expresidenta de la Cámara de
Senadores Adriana Salvatierra develó que la Iglesia Católica y algunas embajadas
se reunieron antes de la renuncia del entonces presidente Evo Morales, el 10 de
noviembre de 2019.
“Ellos
se venían reuniendo con embajadores, fueron los embajadores los que pidieron
que la Iglesia medie. No fue ningún actor nacional. Nosotros nos enteramos
después que ellos se habían reunido el 5, 8 y 9 de noviembre”, dijo en
entrevista con La Razón Radio.
En
la transmisión, recordó que, ya el 10 de noviembre, los mismos actores se
reunieron en inmediaciones de la Universidad Católica Boliviana (UCB) llamaron
a Áñez y le preguntaron si estaba dispuesta a asumir la presidencia y definir
el futuro del país. “Para eso no invitaron al Movimiento Al Socialismo (MAS)”.
“La
asunción de Jeanine Áñez fue respaldada por la Iglesia Católica, quienes
empezaron a construir (grupos) con embajadas y actores políticos de oposición”,
reveló.
Entonces,
en el rectorado de la Universidad Católica Boliviana (UCB), hubo reuniones
intensas entre el clero católico, embajadores de la Unión Europea, Gran
Bretaña, España y Brasil, los días 10, 11 y 12 de noviembre. Esta información
fue oficializada por la Conferencia Episcopal Boliviana en un informe sobre los
hechos publicado el 15 de junio de 2021.
Salvatierra
recordó que el MAS fue invitado a los diálogos de la UCB “cuando la mesa ya
estaba servida”, el 11 de noviembre, y las decisiones ya estaban asumidas. “La
mediación de la Iglesia Católica, a través de la participación de varias
embajadas, fue para garantizar que Evo Morales salga del poder y que quede la
oposición política al mando”.
En
su criterio, ella y Susana Rivero, entonces vicepresidenta de la Cámara de
Senadores fueron invitadas para “legalizar y legitimar” esa decisión. “Solo
querían que asistamos para legalizar” la determinación.
El
12 de noviembre de 2019, Áñez se proclamaba presidenta del Senado, primero, y
luego presidenta del Estado, en sendos actos de poco más de 10 minutos. Luego,
en el Palacio Quemado, un jefe militar la impondría la banda presidencial.
Dos
días antes era derrocado Morales, tras casi 14 años de ocupar la silla
presidencial. Ese 10 de noviembre, a las 16.50, desde el Chapare de Cochabamba,
anunció su dimisión.
Las
protestas cívicas se habían extendido al mando de un dirigente cívico cruceño
que ganó protagonismo, Luis Fernando Camacho. A esa crisis se sumaron varios
factores, como las denuncias de fraude electoral, un motín policial y la
presión de la cúpula militar.
Áñez
contaba con apoyo interno y externo, como la UCB, la Unión Europea, la Iglesia
Católica y representantes políticos como Jorge Quiroga, Samuel Doria Medina y
Ricardo Paz, además de activistas como Waldo Albarracín, y embajadores como
León de la Torre, quienes construyeron el camino de la sucesión con Áñez como
opción.