Las Vegas fue testigo de un encuentro futbolístico lleno de fricciones y poco interesante en cuanto al juego que propusieron Uruguay y Brasil.

Durante 90 minutos, ambas selecciones no se hicieron daño, y protagonizaron un partido donde hubo patadas y entradas fuertes. Hasta que, en el segundo tiempo, una barrida por detrás del uruguayo Nahitan Nandez hacia el brasileño Rodrygo Goes, derivó en su expulsión, tras una revisión del árbitro en el VAR, que inicialmente, le había sacado tarjeta amarilla al jugador charrúa, pero después de observar la jugada en la pantalla, decidió que la jugada era para tarjeta roja.

Los uruguayos quedaron con uno menos, y Brasil trató de aprovechar aquello, introduciendo hombres de ataque, pero no pudo superar la barrera que el técnico Bielsa improvisó, con algunos cambios para reajustar la marca en el medio campo. Así terminó el partido, 0 a 0 y se fueron a la definición por tiros penales.

Desde los doce pasos, Brasil volvió a encontrarse con ‘fantasmas del pasado’, recordando su eliminación del mundial de Qatar 2022, donde fue eliminado por Croacia mediante esta vía, y desde ese entonces, solo ha cosechado malos resultados. Eder Militão y Douglas Luiz fallaron en sus disparos desde el punto penal (el primero, atajado por Rochet), y eso fue muy decisivo para la eliminación de su selección.

Por su parte, Uruguay fue certero en la definición, a pesar del disparo fallido de José María Jiménez, que fue atajado por Alisson Becker, y selló su clasificación, con el último tiro de Manuel Ugarte, y venció a Brasil 4 a 2, mediante definición por penales.

La selección uruguaya enfrentará el miércoles 10 de julio, a la sensación del torneo, Colombia, que aplastó a Panamá por 5 a 0 para avanzar a las semifinales.