Alimentación en la infancia: estrategias para ampliar el menú sin presionar a niños y niñas

Ensaladas, no; pescado, tampoco; verduras, no; legumbres, menos. Cuando el menú infantil es acotado, no sólo la nutrición de esos niños o niñas se complican sino que afecta a toda la dinámica familiar.

Así, cada día se suele cocinar más de un plato ante el misterios que a veces parece imposible de resolver: ¿qué darles a nuestros hijos e hijas por fuera de sus tan preciados fideos?

Por qué la alimentación variada en la infancia no es un proceso lineal

La psicóloga infantil María Laura Lezaeta sostuvo a Clarín que “uno de los grandes desafíos que se presentan en las familias cuando sus hijos inician la alimentación es que aprendan a comer de manera variada y saludable”.

 “Incorporar nuevos alimentos en niños y niñas no suele ser un proceso lineal, en el sentido de que prueben una comida y automáticamente la continúan aceptando días después. Este proceso suele ser cambiante y se debe, en general, a que los niños más pequeños tienden a ser selectivos ante ciertas comidas”, explicó.

Como consecuencia, agregó, es normal que se genere frustración o angustia en los adultos que acompañan estos momentos con mucha expectativa.

Para que esto no resulte una misión imposible para madres, padres, ni tampoco para los niños, la especialista destacó que es importante tener presente que el hábito de incorporar nuevos sabores y comidas a la alimentación diaria llevan tiempo y exploración por parte de los chicos.

Es esencial acompañar a niños y niñas y propiciar un ambiente en el cual puedan explorar los alimentos sin sentir presión. Foto ilustración Shutterstock.

Es esencial acompañar a niños y niñas y propiciar un ambiente en el cual puedan explorar los alimentos sin sentir presión. Foto ilustración Shutterstock.

Así, recomendó acompañar a niños y niñas y propiciar un ambiente en el cual los chicos puedan explorar los alimentos sin sentir presión. El acto de conocer esta nueva comida implica, entre otras cosas, familiarizarse con sus texturas, colores, olores, formas y demás.

Según Lezaeta, “si un niño siente la presión por parte de su mamá y su papá para que incorpore un nuevo alimento puede suceder que lo rechace. Por ello resulta importante que como adultos regulemos nuestras expectativas respecto a este tema y comprendamos que el hecho de adquirir un hábito alimenticio -como por ejemplo que ingiera verduras y alimentos variados y saludables- forma parte de un proceso en el cual será esencial nuestro acompañamiento y sostén”.

Por último, la psicóloga aclaró: “Si a medida que va creciendo nuestro hijo se vuelve cada vez más selectivo en su alimentación y rechaza más alimentos (al punto que esto empieza a interferir en su salud), es importante hacer una consulta con un especialista en el tema para ahondar en las posibles causas de este problema y poder brindarle a él y a la familia la ayuda que necesitan”.

 

Lezaeta: "Resulta importante que como adultos regulemos nuestras expectativas y comprendamos que adquirir un hábito alimenticio forma parte de un proceso". Foto ilustración Shutterstock.

Lezaeta: "Resulta importante que como adultos regulemos nuestras expectativas y comprendamos que adquirir un hábito alimenticio forma parte de un proceso". Foto ilustración Shutterstock.

4 tips fundamentales para ampliar el menú de niños y niñas

La psicóloga mencionó cuatro recomendaciones esenciales a la hora de trabajar en la alimentación infantil:

1- Dar el ejemplo: muchas veces olvidamos que los niños y niñas van a copiar lo que ven en nosotros, por lo que va a ser muy difícil que coman verduras si siempre nos ven comiendo hamburguesas o pizza. Por eso es importante, sobre todo en la etapa de incorporar alimentos, que en la medida de lo posible, toda la familia coma lo mismo.

2- Presentar el plato de manera divertida: podemos decorar el plato con la comida y hacer que se forme una cara, que los alimentos hagan una figura o que los colores de los alimentos "pinten" de alguna manera el plato.

3- Hacer comidas temáticas: noches o mediodías de asadores para comer carne, noche de la huerta (para comer verduras), noche italiana (para incorporar pastas) y muchas mas. De esta manera, todo el "show" que armemos amenizará la comida y lo sentirán como un juego más donde, además, podemos sumar información de los alimentos, lugares donde se comen, cultivan, etc.

Preguntarles qué preferirían o invitarlos a cocinar puede ser de ayuda. Foto ilustración Shutterstock.

Preguntarles qué preferirían o invitarlos a cocinar puede ser de ayuda. Foto ilustración Shutterstock.

4- Involucrarlos en la decisión de la comida: preguntarles qué quisieran comer, que nos ayuden a prepararlo o hacer un "concurso de cocina entre la familia" tambien son formas de hacerlos parte de su propia alimentación./Clarín