El presidente Luis Arce en la cumbre entre la Unión Europea (UE) y la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC). Foto: LuchoXBolivia
Arce señala que interesados en litio boliviano deben aceptar participación del Estado
El presidente de Bolivia, Luis
Arce, afirmó este martes que Bolivia cuenta con suficientes reservas de litio
para establecer numerosos contratos de explotación. Sin embargo, señaló que
todos los interesados en acceder a estas reservas deberán aceptar el modelo de
negocios del país, que actúa mediante una empresa estatal.
Durante la cumbre de dos días
entre la Unión Europea (UE) y la Comunidad de Estados Latinoamericanos y
Caribeños (CELAC), Arce informó que recibió solicitudes de reuniones por parte
de diversos países interesados en discutir opciones de acceso al litio
boliviano, informa La Razón.
«Con todos hemos sido muy
claros. Es nuestra política de gobierno, y en ella el país participa de toda la
cadena productiva. Desde la minería, pasando por la industrialización y la
comercialización, el Estado boliviano va a participar», dijo el presidente.
El tamaño de las reservas
bolivianas de litio, dijo Arce, «da para que muchas empresas puedan participar.
Hay litio para todos. Estas son las reglas del juego, y quien acepte las reglas
del juego será bienvenido».
Litio, la esperanza de un país
En ese cuadro, Bolivia se
destaca por la magnitud de sus reservas. Junto con Chile y Argentina, forma
parte del ‘Triángulo del Litio’, donde se estima que están situadas alrededor
de la mitad de las reservas mundiales.
Estudios sugieren que las reservas de Bolivia
podrían alcanzar los 21 millones de toneladas métricas, una escala que hace que
este país sin salida al mar atraiga las atenciones de todo el mundo y lo torna
un protagonista central del mercado energético.
Sin embargo, Chile y Argentina
se apoyan en un modelo de asociación directa con empresas privadas, al tiempo
que Bolivia tiene al frente a una empresa estatal, Yacimientos de Litio
Boliviano (YLB), creada en 2017.
El precio del litio ha pasado de unos 5.700 dólares por tonelada a fines de 2020 a más de 60.000 dólares por tonelada apenas dos años más tarde.
Para Arce, el tener que negociar con una
estatal «es mucho mejor, hay más seriedad».