Bolivia inaugura su primera Planta de Biodiésel con una capacidad de producción de 1.500 barriles diarios, en un esfuerzo por reducir la dependencia de combustibles importados. El presidente Luis Arce enfatizó el compromiso del país en esta dirección.

En un paso significativo hacia la autonomía energética, el Gobierno lanzó la Planta Industrial de Biodiésel en Santa Cruz, con el objetivo de disminuir la importación de combustible. El proyecto, que comenzó en 2022, representó una inversión de 379 millones de bolivianos y creó 678 empleos directos y 123 indirectos.

La planta, que utiliza aceites vegetales, incluso reciclados, para producir biodiésel, se considera crucial para el país en su búsqueda de alternativas sostenibles. El presidente Arce instó al sector agropecuario a aumentar la producción de materia prima, especialmente soya, para abastecer tanto esta planta como la próxima que se abrirá en El Alto.

Para fomentar la producción agropecuaria, el presidente anunció el programa de crédito SIBOLIVIA, que ofrece tasas de interés del 0,5% anual. Arce destacó que esta iniciativa no solo beneficiará la economía, sino que también contribuirá al crecimiento del Producto Interno Bruto en Santa Cruz, así como a la generación de empleo e ingresos para las familias locales.

Además de la planta de biodiésel, el Gobierno tiene planes de implementar una planta HVO que utilizará grasa animal para generar combustible. Arce subrayó que esta estrategia de producción es preferible a políticas de ajuste de precios, que podrían afectar desproporcionadamente a los sectores más vulnerables.

"Estamos demostrando que el camino correcto es el de la producción propia. Este esfuerzo nos llevará a producir nuestro propio biocombustible con nuestra propia materia prima, reduciendo así nuestra dependencia del combustible importado", concluyó el Jefe de Estado.