La clonación y falsificación de facturas provoca un daño económico al erario nacional de aproximadamente Bs 845 millones, lo que representa el 13% de ventas facturadas por año, Bs 6.500 millones, informó el presidente del Servicio de Impuestos Nacionales (SIN), Mario Cazón.

La facturación digital “evitará la defraudación fiscal”, que a veces se da mediante la clonación o la falsificación de facturas, por lo que “el Sistema de Facturación en Línea evita que continúe creciendo esta forma de evasión fiscal”, afirmó, cuando explicó que la factura electrónica no incluye a contribuyentes del Régimen Tributario Simplificado (RTS), porque no emiten factura.

“El Sistema de Facturación en Línea solo alcanza a los contribuyentes del Régimen General, que emiten factura por la venta de un bien o servicio. Los artesanos, comerciantes minoristas y vivanderos no emiten factura y por tanto no deben implementar la Facturación en Línea”, insistió ante movilizaciones activadas por dirigentes gremiales contra la facturación electrónica.

Lo que ocurre en el mercado es que hay gente que vende facturas clonadas o falsas; y ¿quién tiene luego el problema tributario?, es el contribuyente y el comprador, porque esas facturas son observadas al ser detectadas en una revisión tributaria.

Con la Facturación Electrónica en Línea —afirmó— tendremos la factura en tiempo real y en la base de datos de Impuestos Nacionales, y por tanto es imposible que se vayan a clonar o a modificar datos como el número de Cédula de Identidad, el NIT y el monto de la venta.

“Por tanto, le damos seguridad jurídica al contribuyente y eso tiene que entender el contribuyente del Régimen General, que debe implementar la facturación digital, según un cronograma”, explicó.