El TSE reconoce a Grover García como líder del MAS, desplazando a Evo Morales tras más de 20 años
El Tribunal Supremo Electoral (TSE) oficializó a Grover
García como jefe del Movimiento Al Socialismo (MAS), solicitándole acreditar a
dos delegados para gestionar los trámites legales rumbo a las elecciones
presidenciales de 2025. Con esta decisión, Evo Morales, quien lideró el partido
por más de dos décadas, quedó fuera de la dirección del movimiento que lo llevó
al poder en 2006.
Decisión respaldada por
el TSE y el TCP
La resolución, emitida el 14 de noviembre y avalada por
la Sala Plena del TSE, reconoció como legítimo el congreso realizado por la
facción del MAS alineada con el presidente Luis Arce en El Alto. Inicialmente,
el TSE había cuestionado la legalidad de este encuentro en medio de la disputa
interna con el sector afín a Morales.
No obstante, la Sala Cuarta del Tribunal Constitucional
Plurinacional (TCP) anuló el rechazo inicial del TSE y tampoco avaló el
congreso celebrado en Lauca Ñ, liderado por Evo Morales, donde fue proclamado
como candidato presidencial. El fallo de los magistrados Gonzalo Hurtado e Yván
Espada validó el congreso arcista, realizado entre el 3 y el 5 de mayo,
convocado por organizaciones fundadoras del MAS que acreditaron su
participación en ese evento.
Tensión interna y
disputa por el liderazgo
El senador Leonardo Loza, uno de los principales aliados
de Evo Morales, reafirmó que el expresidente sigue siendo el líder indiscutible
de su sector del MAS y anticipó una intensa disputa para consolidar su
candidatura presidencial. “Nuestro candidato es Evo, eso no cambia”, declaró
Loza, aunque reconoció que Andrónico Rodríguez, actual presidente del Senado,
cuenta con el respaldo de varias organizaciones sociales del trópico cochabambino.
Un partido dividido
La decisión del TSE y el respaldo del TCP evidencian la
fragmentación interna del MAS, con facciones enfrentadas que ahora disputan no
solo el control del partido, sino también su rumbo de cara a las elecciones de
2025. Esta pugna marca una etapa de incertidumbre para el movimiento político
que dominó el panorama boliviano en las últimas dos décadas.