Evo Morales planteó interrogantes con respecto a la relación del presidente Luis Arce con las organizaciones sociales y cuestionó la validez de los datos económicos proporcionados por éste en una conversación con periodistas. 

En sus declaraciones, Morales mencionó la gasificación ordenada durante el congreso de la Confederación Sindical Única de Trabajadores Campesinos de Bolivia (CSUTCB) en El Alto el pasado 20 de agosto, donde surgieron tensiones y conflictos en medio de la elección del secretario ejecutivo. En ese contexto, diferentes facciones apoyaron a Lucio Quispe y Ponciano Santos respectivamente, generando divisiones. 

Haciendo referencia a las afirmaciones de Arce sobre el respeto a las organizaciones sociales, Morales cuestionó la actuación del presidente, señalando la gasificación del congreso de la CSUTCB y sugiriendo división mediante beneficios y presiones. 

Asimismo, Morales planteó inquietudes sobre la gestión económica al mencionar la deuda, la falta de dólares y la presunta ocultación de datos del Banco Central, insinuando que existen cuestionamientos sobre la transparencia de la información económica presentada.

La relación entre Arce y Morales ha marcado una ruptura interna en el Movimiento Al Socialismo (MAS), evidenciada por críticas, reclamos y denuncias por parte de Morales hacia el exministro de Economía que anteriormente elogiaba. Esta división ha afectado la estructura tanto legislativa como social del partido, dividiéndose entre seguidores de Arce y partidarios de Morales.