Evo Morales, líder del Movimiento al Socialismo (MAS), ha respondido a las observaciones del Tribunal Supremo Electoral (TSE) respecto al proceso de supervisión del congreso del partido previsto para junio. Enfatizó que el TSE no puede imponerles la obligación de entablar diálogo y buscar consenso con dirigentes "ilegales y traidores" para llevar a cabo un nuevo congreso del partido azul.

Una de las principales objeciones es que la convocatoria no demuestra el cumplimiento del artículo 13 del Estatuto Orgánico del MAS, que exige que sea emitida por la Dirección Nacional tras alcanzar consenso con las organizaciones matrices nacionales. Morales aseguró que el MAS cumple con estos requisitos y que el encuentro en Villa Tunari se llevará a cabo conforme a las normativas, señalando la preocupación de la militancia ante los intentos del Gobierno de proscribir la sigla del partido.

Asimismo, cuestionó la observación sobre el consenso con las organizaciones matrices, mencionando que estas objeciones son más de forma que de fondo y que serán corregidas en los próximos días.

Morales también mencionó el cambio de la exvocal Dina Chuquimia por Gustavo Ávila, señalando que este último tiene "la misión de inhabilitar su candidatura" y proscribir al MAS. Expresó sospechas sobre el cambio de Chuquimia, afirmando que el mandato de la Casa Grande del Pueblo es que Ávila asuma la presidencia del TSE con la tarea de impedir la candidatura de Evo y proscribir al MAS.

Se reconoce que los sectores campesinos e indígenas son considerados las organizaciones matrices dentro del MAS. Sin embargo, al menos tres de ellas: la CSUTCB, los interculturales y Conamaq están divididas y cuentan con dirigencias paralelas.