Morales critica la extradición de Dávila a Estados Unidos, señalándola como un acuerdo entre Arce y el TSJ
El expresidente Evo Morales defendió al exjefe de la
Fuerza Especial de Lucha Contra el Narcotráfico (FELCN), Maximiliano Dávila, y
cuestionó su extradición a Estados Unidos, abogando por una investigación
dentro del territorio boliviano.
Morales aseguró que la decisión de extraditar a Dávila
responde a un acuerdo entre el presidente Luis Arce y el Tribunal Supremo de
Justicia (TSJ). “La viabilidad de la extradición de Dávila es un acuerdo entre
Luis Arce y el Tribunal Supremo de Justicia. El ministro Siles presionó a los
autoprorrogados para ampliar el pacto de impunidad”, escribió el exmandatario
en sus redes sociales.
Decisión del TSJ
El TSJ autorizó la “extradición inmediata” del exjefe
antidrogas tras revisar la documentación y pruebas enviadas por vía
diplomática. Según el presidente del tribunal, Marco Jaimes, la decisión fue
respaldada por siete magistrados, mientras que dos votaron en contra.
El viceministro de Seguridad Ciudadana, Roberto Ríos,
informó el jueves que ya se iniciaron los trámites para ejecutar la
extradición. Incluso mencionó la posibilidad de que Estados Unidos envíe un avión
para el traslado de Dávila.
Antecedentes del caso
Maximiliano Dávila fue detenido el 22 de enero de 2022
cuando intentaba cruzar la frontera hacia Argentina por Villazón. Inicialmente,
el Ministerio Público lo acusó de ganancias ilícitas, extendiendo la
investigación a sus familiares y colaboradores. Aunque no se incluyó el delito
de narcotráfico en el proceso, tampoco se descartó.
Por su parte, Morales insistió en que cualquier
indagación debería realizarse en Bolivia. “Por soberanía, cualquier
investigación debe llevarse a cabo en territorio nacional y bajo la
jurisdicción de nuestros juzgados, no entregada por motivos políticos”, afirmó.
Implicaciones
internacionales
La Administración para el Control de Drogas (DEA)
identificó a Dávila como uno de los principales líderes del narcotráfico en la
región. Según investigaciones realizadas desde 2019 en Bolivia, Perú y
Colombia, se descubrió una red de tráfico de cocaína, con rutas hacia Estados
Unidos, que también incluía el contrabando de otras sustancias ilícitas.
Esta extradición pone en el centro del debate la
soberanía judicial de Bolivia y los acuerdos internacionales en la lucha contra
el narcotráfico.