Luisa gonzález, presidenta de ecuador
Estamos a un mes de que el pueblo ecuatoriano acuda a las
urnas en este proceso electoral presidencial y parlamentario inesperado,
producto de un salvataje político que impidió que el presidente banquero
Guillermo Lasso fuera censurado por el parlamento ecuatoriano.
Son ocho binomios presidenciales presentados para esta
contienda, siete de esos ocho son representantes de grupos políticos
conservadores y de derecha, entre los que cuentan: Jean Topic, un mercenario,
comerciante de armas; Otto Sonnenholzner, uno de los cuatro vicepresidentes del
fallido gobierno de Lenin Moreno; Villavicencio, un abogado petrolero que se
convirtió en denunciólogo contra el correísmo; Yaku Pérez, que aparece en cada
proceso electoral vestido de “político alternativo” con fuertes vínculos con
ONGs extranjeras; y un par más que no tienen mayor referencia en la política
nacional.
Ante la realidad de ser el segundo país más inseguro del
continente, con un crecimiento por debajo de la media regional, sobre
endeudados y desesperanzados, tenemos el enorme reto de estar a la altura de
las demandas del pueblo, tenemos el reto de conquistar la esperanza y el
bienestar para las grandes mayorías. Eso lo entendemos desde la Revolución
Ciudadana, entendemos que no podemos improvisar, que no podemos fallar y así
como fuimos el gobierno de las mayorías en los 10 años liderados por Rafael
Correa, donde las mujeres tuvimos un rol protagónico en la esfera pública y no
dejamos de serlo en estos últimos 6 años como oposición al neoliberalismo. Lo somos
hoy, representadas con la única mujer candidata para los comicios
presidenciales. Y es que, frente a los rostros masculinizados que veremos en la
papeleta presidencial, aparece punteando y liderando encuestas públicas y
ciudadanas la única mujer candidata, la madre soltera, la profesional, la
política, la mujer que como buena manabita y ecuatoriana no se amilana ante los
patriarcas.
Más allá de romanticismos, los momentos que atravesamos
requieren de una pragmática necesaria para ganar en primera vuelta este proceso
electoral. Vamos bien, todas las encuestas nos ponen primeros, en las calles la
gente sale a respaldar a nuestro binomio; pero no nos confiemos, afiancemos a
la interna, abracemos a la militancia, abramos más espacios ciudadanos,
posibilitemos alianzas sociales y partidistas, copemos los medios de
comunicación con las voces de nuestra dirigencia, de nuestros candidatos y
candidatas a asambleístas. Esta batalla electoral no es de una sola persona, es
de todas y todos los que creemos que el país de la seguridad y de la justicia
social es posible. Hagamos carne el sentir ciudadano, hagamos realidad el país
para nuestras hijas e hijos.
A aquellos que llenan las redes sociales con peyorativos
repetitivos y mecanizados, les decimos alto y fuerte que llamarnos amantes,
incapaces, bachilleres, nuevas ricas, perras, prostitutas, borregas, yeguas,
solo nos hace más fuertes. Están abonando a la indignación social y a la de
millones de mujeres que sacan sus hogares adelante, que se gradúan a edad
adulta, que la batallan desde el campo y la ciudad para hacerse sentir y
respetar, para ser cada vez más matrias en medio de patriarcas insolentes e
indolentes. Están haciendo que la indignación de los más, proclamen el triunfo
de la primera mujer presidenta del Ecuador, porque este 20 de agosto 2023 será
histórico para la Patria, será de valentía, será de unidad, será de esperanza y
de recobrar el orgullo de ser ecuatorianos y ecuatorianas. Porque este 20 de
agosto 2023 en una sola vuelta, Luisa González será nuestra presidenta.
*Expresidenta de la Asamblea Nacional del Ecuador y primera
mujer en ejercer dicho cargo. Directora Ejecutiva del Instituto para la
Democracia Eloy Alfaro (IDEAL). Fundadora del Grupo de Puebla. Ha desempeñado
distintos cargos de elección popular: concejala, vicealcaldesa, viceprefecta y
gobernadora.