Yate que usó Lady Di en sus últimas vacaciones junto a Dodi Al-Fayed naufraga
Una embarcación a motor que
disfrutó la princesa Diana en sus últimas vacaciones en el sur de Francia en
agosto de 1997 se ha hundido en el fondo del mar. El Cujo, un gran yate que fue
propiedad de Dodi Al-Fayed, ha desaparecido bajo las aguas del Mediterráneo
tras colisionar contra un objeto no identificado a unas 18 millas náuticas de
Beaulieu-sur-Mer, cerca de Niza, en la Costa Azul, el pasado sábado.
Las siete personas a bordo en
ese momento fueron rescatadas tras el accidente y no sufrieron ningún daño,
pero el pecio terminó a una profundidad de casi 2.500 metros, según la
Gendarmerie des Alpes-Maritimes. El capitán del Cujo emitió un Mayday a las
autoridades francesas cuando la fuga que resultó de la colisión estaba
provocando ya el hundiendo de la embarcación a pesar del trabajo de las bombas.
El yate fue uno de los más
fotografiados el verano de 1997 al ser uno de los escenarios del mediático
romance que vivieron lady Di y Dodi Al-Fayed poco antes de fallecer en el
accidente del puente del Alma de París el 31 de agosto de aquel año. El
productor de cine egipcio había gastado alrededor de 1 millón de libras para
reacondicionar el barco y cortejó a Diana a bordo mientras los paparazzi hacían
su agosto.
Ese verano, Diana también fue
fotografiada a bordo del Sokar, antes llamado Jonikal, el yate que entonces era
propiedad del padre de Al-Fayed, Mohamed Al-Fayed. Fue en el Sokar, bastante
más ostentoso que el Cujo, donde se tomó una de las últimas imágenes de la
princesa en la que estaba sentada en el trampolín mirando al horizonte.
El barco había sido
reacondicionado de nuevo en 2020 por el coleccionista de vehículos de lujo
Simon Kidston
El Cujo atracaba con
frecuencia en St Tropez, donde anteriormente también lo habían usado estrellas
de Hollywood como Clint Eastwood, Tony Curtis o Bruce Willis, pero en los
últimos años la embarcación se había deteriorado bastante. Fue puesta por más
de una década en dique seco hasta que en 2020 la adquirió en una subasta Simon
Kidston por 160.000 euros, según contó a él a la revista Robb Report. Tras
ello, este distribuidor de vehículos de lujo tuvo que invertir una generosa
cantidad para reacondicionarlo./ La Vanguardia