Curas de barrios populares de Argentina se levantan contra ataques de Milei al Papa: ”Zurdo asqueroso"

Una parroquia de paredes blancas se alza al final de una calle en la villa 21-24, uno de los barrios populares más extensos de Buenos Aires. El edificio tiene escrito, de un lado al otro de la fachada, el nombre de la Virgen de los Milagros de Caacupé en letras azules cursivas. Delante de esa iglesia, este martes, curas de barrios populares de Argentina plantaron cara al candidato presidencial Javier Milei y defendieron al papa Francisco de los dichos del ultra, que calificó al pontífice de “imbécil”, de “zurdo asqueroso” y de “representante del Maligno en la Tierra” por promover, según dijo, “el comunismo”. Sobre un escenario al aire libre, celebraron una misa comunitaria ante cientos de fieles: “Toda la Iglesia se levanta para decirle al Papa que lo quiere”.

Las calles se fueron llenando mientras sobre el escenario el párroco de la iglesia de la virgen de Caacupé, Lorenzo Toto De Vedia, de sotana blanca organizaba a los que iban llegando y repartía abrazos y mates. Los fieles se acomodaban ante el altar armado a un metro del suelo. Hasta allí llegaba el ruido de los bombos, que estaban al fondo, sobre una calle sin pavimentar de casas bajas de uno, dos o tres pisos. “¡Vamos las banderas, todos, che!”, animaba De Vedia. Por otra calle que corre en paralelo a la iglesia, hacia la derecha, asomaba una gran pancarta que decía: “Solidarios con el Papa y los pobres”. Se oían vivas a la iglesia, a Francisco, a los vecinos.

La banda de tres músicos que había sobre el escenario empezó a interpretar una canción que los asistentes se sabían. “La vida como viene / vamos a recibir / y dar al que no tiene esperanza, la fuerza / para vivir”, corearon desde el público. De Vedia también arengaba con la mano en alto, el gesto del hincha: “Hagamos lugar / en la gran familia / que la vida viene / y hay que recibirla”. Las figuras de dos vírgenes se abrieron paso entre la multitud y detrás venía una fila larga de sacerdotes. El último era el obispo auxiliar de Buenos Aires, Gustavo Carrara, que dio inicio a la misa. Se hicieron la señal de la cruz y el sonido de los bombos se apagó.

Sacerdotes de barrios populares de la ciudad de Buenos Aires y de su área metropolitana organizaron este evento para expresar su “más enérgico repudio” a las “agresiones vulgares” y “conceptos mentirosos” que Milei lanzó contra el Papa, según defienden en un comunicado más de 70 curas de todo el país. Los organizadores habían reconocido días antes que es inusual que la Iglesia se pronuncie en contra de las críticas al pontífice. Pero en este caso lo hicieron. “Uno se termina preguntando si alguien (…) que no puede encontrarse con quien piensa distinto sin gritar e insultar puede soportar las tensiones propias del cargo público”, dice el texto.

Milei, un economista ultraliberal que saltó de los platós de televisión a la política y fue el candidato presidencial más votado en las elecciones primarias de agosto, encontró en un Papa jesuita, que representa uno de los sectores menos conservadores de la Iglesia y que ha arremetido contra el neoliberalismo y el populismo, otra figura con la que confrontar. En diferentes ocasiones, se refirió a Francisco como un “zurdo asqueroso”, un “imbécil” que “impulsa el comunismo” y “defiende la justicia social”, un concepto en las antípodas de las ideas que defiende el candidato del partido de extrema derecha La Libertad Avanza, que ha prometido reducir el Estado al mínimo y eliminar ministerios como los de Salud, Educación o Trabajo.