¿qué es la corrupción y por qué se abre campo en la función pública de latam?

“Servirse de un cargo público para enriquecimiento personal resulta no inmoral, sino criminal y abominable.”

La corrupción es un término que describe el abuso de poder para obtener beneficios personales, ganancias ilegales o ventajas indebidas de manera deshonesta. Este fenómeno puede manifestarse en diferentes formas y ámbitos, como el político, el económico, el social o el administrativo.

La corrupción política es lo que más azota a la gran mayoría de naciones latinoamericanas. Implica el uso indebido del poder político para obtener beneficios personales, sobornos, manipulación de elecciones, nepotismo o favoritismo hacia ciertos grupos o individuos.

La traición a los principios en los gobiernos, políticos y funcionarios públicos se presenta de forma compleja, puede tener múltiples causas y factores que contribuyen a su existencia. Algunos de los motivos principales son:

Factores individuales

Las personas corruptas carecen de la ética y la moral necesarias para actuar en el interés público. Están más preocupados por sus propios intereses personales, que pueden ser financieros, políticos o de otro tipo.  Los individuos corruptos suelen ser ambiciosos y desean acumular riqueza y poder. Están dispuestos a violar las normas para lograr sus objetivos.

Factores Institucionales

John F. Kennedy: "La corrupción es corrosiva, ya sea en política o en negocios, su veneno afecta a toda la comunidad."

Cuando no hay mecanismos sólidos para garantizar la transparencia en la toma de decisiones y el uso de los recursos públicos, se crea un entorno propicio para la corrupción. La falta de rendición de cuentas permite que los individuos actúen de manera corrupta sin enfrentar consecuencias.

En algunas ocasiones, las instituciones gubernamentales pueden tener debilidades estructurales que facilitan la corrupción. Esto puede incluir falta de controles internos efectivos, regulaciones laxas o incluso complicidad entre miembros de la institución.

En algunos casos, los bajos salarios de los funcionarios públicos pueden llevar a prácticas corruptas como “complemento” a sus ingresos. La falta de incentivos adecuados para desempeñar sus funciones de manera ética y eficiente también puede ser un factor.

Los procedimientos burocráticos complicados y poco transparentes pueden generar oportunidades para el soborno y la extorsión, ya que algunas personas pueden buscar atajos para sortear estos procesos.

En entornos políticos altamente competitivos, la presión por mantener o alcanzar el poder puede llevar a comportamientos corruptos para financiar campañas políticas o ganar ventajas sobre los oponentes.

Factores socioculturales

Máxima Acuña de Chaupe decía “La impunidad no solo protege a los corruptos, sino que también silencia a las voces de los honestos”

La corrupción puede ser más frecuente en entornos donde existe una cultura de la impunidad. En estos casos, los individuos corruptos saben que es poco probable que sean castigados por sus acciones.

La corrupción puede ser más probable en entornos donde la gente no confía en las instituciones públicas. En estos casos, los individuos corruptos pueden creer que pueden actuar con impunidad.

Es esencial abordar la corrupción desde múltiples frentes, implementando reformas institucionales, fortaleciendo la transparencia, promoviendo la rendición de cuentas, mejorando los sistemas de justicia y educando a la sociedad sobre sus impactos negativos para lograr avances significativos en la lucha contra la corrupción.

Algunas medidas específicas que pueden ayudar a combatir la corrupción en los gobiernos, los políticos y los funcionarios públicos:

Las reformas electorales pueden ayudar a garantizar que los políticos sean elegidos en base a sus méritos y no por su capacidad para pagar sobornos.

Las leyes de transparencia y rendición de cuentas pueden ayudar a garantizar que las acciones de los gobiernos, los políticos y los funcionarios públicos sean públicas y estén sujetas a escrutinio.

La educación cívica puede ayudar a promover valores éticos y morales y a fomentar la participación ciudadana en la lucha contra la corrupción.

La corrupción es un problema complejo que requiere un esfuerzo concertado de todos los sectores de la sociedad. Al abordar las causas subyacentes del problema, se puede contribuir a crear un entorno más justo y transparente para todos.

Pedro Cardozo C.